En la tercera entrega de la prisión secreta de los sirios, un joven árabe continúa su cautiverio. Desnudo y atado, soporta humillación y juego fetichista. La escena se desarrolla con intenso bondage, adoración de pies y elementos BDSM, mostrando la sumisión de un joven de 18 años en un entorno de prisión desgarrador.