La universitaria Vanna Bardot, ansiosa por esculpir sus glúteos, invita a los espectadores a unirse a su sesión de gimnasio. En medio de sentadillas y rizos, se burla de sus tentadores vislumbres de su apretado y natural culo. Mientras se calienta el entrenamiento, Vanna también se entrega a un juego en solitario caliente con un juguete, que culmina en un clímax explosivo.